Aquí veis lo que necesitamos: unas uñas con el largo que queramos, las lacas de uñas y las pegatinas (Esta lámina ya estaba usada). A mi me da muchísima dentera la lima, así que sólo uso el cortauñas.
Descubrí este kit de manicura francesa de Bourjois, que es una maravilla. En vez de usar las guías que se venden para hacer los bordes blancos (baratitas en Mercadona), trae un pincel en la laca blanca con forma circular que se adapta al borde de las uñas y, con un poco de pulso no te sales nada!
Cuando está seca la laca blanca, damos la rosita clara por encima de toda la uña. Dejamos secar otra vez.
Ya podemos poner las pegatinas.
Después cubrimos todo con el esmalte de brillo transparente, para que dure más. Con este no hace falta tener mucho cuidado, porque si te sales no se nota.
La manicura francesa queda elegante en cualquier ocasión, pero con pegatinas queda muy divertido.
Si sólo queréis la francesa, os saltáis el paso de las pegatinas, pero dadle de todas formas el brillo final, que queda mejor.
¿Os ha gustado?
Con lo dificil que parece cuando lo ves puesto y lo facil que lo pintas, graciasssssss
ResponderEliminarBesos
Que monas quedan! la verdad es que yo soy un desastre con las uñas.
ResponderEliminarUn besote y muchas gracias por pasar por el blog.
Quedan monísimas lo que pasa que a mí no me duran nada. Por cierto tienes un premio en mi blog.Besitos, lulú.
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