
Parece que estoy desaparecida en combate, ¡Pero no! Es que a principio de curso cuesta un montón ponerse a hacer artesanía, con tanta reunión de padres, ayudar a los hijos con la tarea, porque cada curso es más difícil y hasta que se ponen en marcha... ¡Buf!
Así que hoy me he dicho: ¡De hoy no pasa!, voy a hacer algo que me guste, que si no, exploto.
Y aquí lo tenéis: Es una caja de bastoncillos de algodón forrada en fieltro y adornada con flores variadas. La voy a llevar a la oficina para poner caramelos y endulzar un poco a los clientes.
Pero seguro que le encontraríais más usos.